El colegio representa el segundo espacio más influyente en la vida de un niño y de un adolescente, después de su hogar. La comprensión del rol de la enfermera escolar es esencial para asegurar la coordinación de cuidados, especialmente cuando el niño está enfermo o tiene capacidades diferentes. Existe un lazo reconocido entre la salud y el aprendizaje, como así mismo entre la presencia de la enfermera en el establecimiento, el bienestar y el éxito escolar de los alumnos.
La función de la enfermería escolar comprende además de la prestación de cuidados destinados a la promoción de la salud, la prevención de las situaciones de riesgo, la atención a problemas relacionados con la salud mental, la salud afectivo-sexual y las adicciones (alcohol, tabaco, drogas, etc.).
El ejercicio de estas competencias abarca al alumnado y al resto de la comunidad, siendo la enfermera escolar la figura de referencia para la atención de los problemas crónicos, agudos y urgentes que acontezcan en el espacio escolar.